lunes, 9 de junio de 2014

Portulano

Si al menos pudiera con estos poemas
de sed y cansancia
ir cosiendo a pedazos la piel de cordero
de aquel mapa naútico;
ir trazando
con cuerpos de versos
   Islotes
algún roquerio tal vez
           la bahía de tus manos...

    Éste es un fragmento del poema Mapae Mundi, que encabeza el poemario Odre de viento de Alicia Merino. Los portulanos eran mapas que usaban los navegantes hace siglos, a falta de papel se trazaban en piel de cordero y a ellos pertenecía una iconografía muy especial: soplones, sirenas, barcos, ballenas, símbolos todos que venían a señalar peligros, direcciones, vientos, límites... en los que se mezclaba realidad y fantasía.

   La ilustración que pertenece al poema, una acuarela en la que también se ha usado pigmentos en polvo, viene a interpretar esta vieja escritura de los mapas. El trazado propio de las costas, golfos y playas, que en un portulano real es exterior en la ilustración es interior, irreal, circular, de alguna manera mostrando la pérdida de dirección vital de la que nos habla el poema.






jueves, 5 de junio de 2014

Perténope

   Parténope fue una de las sirenas que cantó a Ulises tentándolo para que se lanzase al mar. Como Ulises ordenara a su tripulación que lo atara fuertemente al mástil de su barco, tal muerte no se produjo por lo que, y eso también es parte de la leyenda, una de las sirenas debía morir. Parténope fue arrastrada por las corrientes hasta el golfo de Nápoles en una lenta agonía y allí murió.
   Alicia Merino cuenta con maestría, en cinco hermosos poemas (La Apología, El Entendimiento, El Desconcierto, El Abandono y El Surgimiento) el enamoramiento de Parténope y el abatimiento y la soledad que sobreviene tras el rechazo de Ulises.
   Parténope es una pequeña acuarela de 30X42 cm que intenta recuperar la verdadera tradición de las sirenas: en la época griega eran reflejadas como gallinas con cara de mujer que sobrevolaban la suerte de los marineros que toparan con ellas y con la belleza de su canto. Esta Parténope tiene, como ellas, alas y garras.




La ilustración pertenece al poemario Odre de viento, de Alicia Merino. Editorial, Torremozas, Madrid.